sábado, 23 de marzo de 2013

Danger - Capitulo 25


“I don’t tolerate liars.” – “No tolero a los mentirosos.”


Justin’s POV:

Dejé escapar un gruñido de frustración al mismo tiempo que ponía mis puños cerrados sobre la mesa delante de mi. “Esto es jodidamente ridículo!” Le grité, con la cara roja.

“Bro, cálmate.” John habló con suavidad pero yo negué con la cabeza vigorosamente, haciendo caso omiso de él.

“¿Cómo diablos no podemos rastrearla? ¿Esta mierda esta rota o algo así?”, Tiré la mesa en la que estaba nuestro equipo puesto.

Suspiré fuertemente, me pasé los dedos por mi pelo antes de tirar de los extremos.

“Tirar la mesa no va a hacer que funcione, Justin.” Bruce habló ahora con un movimiento de cabeza. “Tienes que sentar tu cu*lo y centrarte.”

Anduve hacia otro lado, haciendo caso omiso de sus palabras también. Todo lo que sabía era que tenía que encontrar a ____ antes de que la perdiera.

Bruce se mordió la lengua para no decir algo que me pusiera de mal humor. “¿Qué mas puedes contarnos?”

“¿Qué mas quieres que te diga?” Escupí, volviendo mi cabeza para mirarle a los ojos. “Todo lo que se es que ella se fue con ese hijo de pu*ta del restaurante en un convertible rojo.”

Bruce se frotó la frente con frustración. “Los vamos a encontrar. ¿de acuerdo? Solo tienes que calmarte de una maldita vez y concentrarte. No podemos tenerte pateando la mesa cada vez que pienses que los perdimos. No podemos encontrarla de esta forma, si todo lo que vas a hacer es una escena.”

“No voy a hacer una escena.” Exclamé en voz baja. “Simplemente no podemos arriesgarnos a esperar.” Fruncí el ceño. “Hace, ¿cuánto? ¿Una hora que llevamos sentados aquí tratando de encontrar donde esta? ¿Y si necesita mi ayuda ahora mismo?” La idea de que ella podría estar ahora en problemas trajo la preocupación a mi.

“¿En primer lugar, por qué diablos tenía que huir de ti?” Siseó Bruce.

Me encogí de hombros, arañando la parte trasera de mi cuello.

Bruce rió amargamente con incredulidad. “No te encojas de hombros delante de mi chico y dime la maldita verdad de dios. ¿Qué pasó?”

“Fuimos al restaurante, ella se enfado y se fue.” Miré apartando mi vista de ellos.

“Si, pero ¿por qué?”, Destacó Bruce mientras me miraba fijamente.

Suspiré. “Yo no sabía que Jen trabajaba como camarera allí y vino a por nuestros pedidos. Le dije que se fuera, _____ descubrió que nos conocíamos, ella quería saber como y porque. No le dije nada, ella se enojo y se fue.” Me mordí el labio, pensando en nuestra pelea.

Era un idi*ota.

Debería de haberle dicho….

“¿Por qué no le dijiste?”

Dejé escapar un profundo suspiro. “¿Cómo se supone que le voy a explicar la mi*erda que rodea nuestras vidas? ¿Eh? ¿Cómo podría explicar que Jen era una maldita pu*ta que tenía dos caras y terminó clavándome puñaladas?”

“Diciéndole eso.” John habló ahora, hablando como si fuera lo mas evidente.

Rodé mis ojos. “Y entonces ella querría saber porque Jen era lo que es.” Sacudí mi cabeza, lamiendo mis labios. “No podía correr el riesgo. ¿Vale? Además, el pasado de Jen y mío es nuestro pasado. No era asunto de ____.”

“Bueno, si ella es tu chica, bro, ella debe de saberlo.” John me dio una mirada mordaz.

“¿Quién dice que ella es mi chica?” Escupí.

“Tío, ¿con quien estas tratando de jugar aquí?”, Se burló John. “Te conozco como a la palma de mi mano y también se que si esa chica no significara nada para ti, tu no hubieras hecho todo esto,” hizo un gesto para todos y señaló la mesa, “solo encuéntrala. Por no mencionar, lo que escuché que le dijiste a Bruce.” Hizo un gesto con su dedo hacia mi, con una sonrisa en los labios.

“Lo que sea,” murmuré.

Bruce se sentó en silencio mientras repasaba todo lo que le habíamos dicho, todos. “Solo he visto a esa chica una vez y ella nos ha traído mas problemas que cualquiera de nuestras misiones juntas.” El negó con la cabeza. “Mas vale que ella valga la pena por todo esto Bieber porque te juro, que si nos termina traicionando, os voy a matar a los dos.” Bruce comenzó a trabajar una vez en la búsqueda de ella.

Yo no podía dejar de reír a la ligera. “No te preocupes. No lo hará.” Me senté al lado de John mientras llevábamos a cabo el proceso.

“¿Con quien se podría haber ido?” Habló John. “Quiero decir, ¿el coche era parecido a alguno? ¿Lo viste en alguna parte antes? Podría ayudar.”

Fruncí mis cejas juntas, pensando largo y tendido sobre lo que John me había preguntado. Me tomó tiempo antes de que la realización me golpeara. Me eché hacia atrás mientras mis ojos se abrían ligeramente y separé los labios. “Luke”.

“¿Qué?” Bruce me miró hacia arriba.

“El territorio de The King”. Me burlé con incredulidad. “Vi el coche cerca de la zona justo antes de que me apuñalara. Lo recuerdo caminando y viéndolo a lo lejos. Nunca le presté mucha atención.” Mis manos se transformaron en puños una vez mas.

“Espera, entonces, ¿estas tratando de decirme que, Luke fue el que se llevó a ___?” Bruce dejó lo que estaba haciendo y prestó mucha atención.

“Oh, no era Luke. _____ sabe como es. El también sería est*upido si se la llevara el mismo. Fue uno de los chicos de The King.” Asentí con la cabeza aceptando lo que estaba diciendo. “Es Luke el que esta detrás de todo esto.” Me puse de pie.

“Wow, tómate un segundo para pensar en esto antes de ir a hacer algo de lo que te arrepientas.” Bruce se puso de pie.

“No!.” Escupí. “Es el. Tiene que ser el. ¿Quién mas podría subir a ____ a un coche a menos que supieran quien era ella?” Hice una pausa. “A menos que ellos supieran que yo la conocía.” Sacudí mi cabeza, la ira fluía por dentro de mis venas. “¿Por qué esperar a tener el tiroteo? También podríamos hacerlo ahora.” Caminando hacia el armario a tan solo unos metros de distancia, abrí la puerta, hurgando en el interior mientras cogía una caja de metal de la parte de arriba.

Acercándome a un lateral de la mesa justo al otro lado de ella, lo puse debajo mientras giraba los diales poniendo los números designados antes de empujar la cerradura y abrir la caja. Agarrando la parte inferior de una pistola, la metí dentro de ella, asegurándome que tenía suficientes balas en el interior antes de cerrarla de nuevo y la metí en la parte de atrás de mis jeans. Cerré la caja, la puse de nuevo en el armario antes de caminar hacia Bruce y John. “Ya he terminado de jugar. Si estos hijos de pu*ta quieren jugar con fuego, se van a quemar.”


______’s POV

Sentí que empezaba a despertar mientras gemía. ¿No me acuerdo de quedarme dormida? Pestañeé con los ojos abiertos, parpadeé, mientras mis ojos se acostumbraban a estar abiertos después de que pareciera que eso hacía mucho que no lo hacía.

No fue hasta que me había despertado por completo cuando me di cuenta de que no estaba en un lugar que conociera.

Al instante, el pánico se apodero de mí y empecé a patalear con mis pies, con ganas de salir de aquí y justo me di cuenta de que no podía moverme exactamente porque estaba atada a una silla. Mis ojos se abrieron al mismo tiempo que mi corazón latía deprisa.

¿Dónde diablos estaba?

Tragando saliva, traté de recordar lo ultimo que paso cuando todo lo que vino a mi mente fue Justin y yo peleando, me alejaba furiosa mientras me subía a un coche…. Jo*der.

Andrew. El estaba detrás de todo esto. Ese hijo de pu*ta.

Traté de tirar de mis manos, pero todo lo que terminé haciendo fue rasgar mi piel con la cuerda que estaba atada a mi alrededor. Dejando escapar un grito de dolor en voz baja, susurré molesta por mi estu*pidez.

Tenía que haber alguna manera de salir de aquí.

Tenía que salir de aquí. Dios sabe quienes son estas personas y lo que van a hacerme.

Miré a mi alrededor, tratando de encontrar algo que me pudiera servir de ayuda para salir de estas cuerdas, cuando la puerta que conducía al interior de la habitación empezó a sonar antes de que tuviera la oportunidad de pensar en que hacer, la puerta se abrió.

Mire hacia arriba para ver a cuatro figuras de pie en la entrada de la habitación.

“Vaya, vaya, vaya, esta no es la chica de Bieber.” Habló una voz muy familiar para mi, sonando en mis oídos de una manera burlona.

¿Cómo sabían que yo conocía a Justin?

Fruncí el ceño para ocultar mis pensamientos. “No soy la chica de nadie, muchas gracias.” Escupí con un rastro de amargura.

Se que no debería de estar hablando con un grupo de chicos que no conocía o no sabía que eran capaces de hacer, pero era conocida por no callarme nunca y no había manera de que mostrara a este gilip*ollas que tenía miedo.

Si muestras que estas derrotado, ellos van a por ti.

Supongo que ver telenovelas es realmente útil.

El se rió entre dientes. “Vamos, vamos, no tienes que mentir. Todos sabemos que estas vinculada con Bieber.”

“No se de que demonios estas hablando.” Le susurré.

No había manera en el infierno en que fuera a abrir la boca. Especialmente delante del montón de chicos que me habían secuestrado.

“Sabes…” El inclinó la cabeza hacia un lado. “No tolero a los mentirosos.” Siseó mientras caminaba a través de la habitación para pararse delante de mi.

“No estoy mintiendo.” Le dije con un tono de total naturalidad.

El arqueó sus cejas. “¿Con quien estas tratando de jugar niña?”

Por el rabillo de mi ojo, pude ver a Andrew y otros dos chicos que no reconocí, allí de pie, sonriendo.

Si tan solo pudiera golpearle en sus caras.

Sentí un fuerte golpe en la mejilla, me hizo girar bruscamente mi cabeza hacia la derecha, haciendo una mueca de dolor. “¿Qué demonios?” Escupí, dando la vuelta a mi cabeza en estado de shock mientras me miraba, divertido.

“Si hay algo que odio a parte de los mentirosos, es cuando la gente me ignora.” El respondió con el ceño fruncido.

“Estas jodidamente loco.” Le susurré con disgusto. “¿Cómo puedes golpear a una chica?” Ca*bron.

“Es muy fácil nena. Todo lo que tienes que hacer es tirar tu mano hacia atrás y chocarla contra tu mejilla, así.” El me golpeó de nuevo.

Me mordí el labio para no gritar fuertemente.

El sonrió. “Yo podría hacer lo que quisiera perra y no hay nada que puedas hacer al respecto.”

“Si no estuviera atada en esta silla, me gustaría hacer algo al respecto, baby.” Me burlaba de él. “Es curioso como me tienes que tener atada aquí con el fin de hacer una cosa tan repugnante.”

“Tienes razón”. El asintió con la cabeza.

Arqueé mis cejas mientras me mantenía tranquila. Le miré fijamente con una mirada de curiosidad. Y yo que pensaba que Justin era bipolar….

“Si no fuera por esta silla, no hubiera hecho lo que hice, De hecho, habría hecho mucho mas que golpearte.” El sonrió, dando a entender el doble significado detrás de sus palabras.

Aparté la vista.

“Sabes”, hizo una pausa, caminando alrededor de la silla en la que estaba sentada “Para ser una chica, eres luchadora…” El sonrió, inclinándose hacia debajo de modo que su cara estaba a escasos centímetros de la mía. “No me extraña que Bieber te mantenga a su alrededor. Estoy seguro que eres genial en la cama.” El me guiñó un ojo.

“Eres repugnante”. Me burlé, girando mi cabeza para lanzarle dagas con mis ojos hacia los suyos.

“¿Esa es tu nueva palabra favorita o algo así?” El presionó sus manos contra mi lado. “Porque si es así, puede que desees acostumbrarte a decir otra cosa…” Me guiñó un ojo mientras la sonrisa de sus labios se profundizaba. “Me voy a divertir mucho contigo.” Susurró amenazante mientras pasaba el dorso de su mano hacia arriba y hacia abajo por el lado de mi cara.

Me estremecí, moviendo mi cara lejos de sus manos.

El se rió entre dientes antes de levantarse. “No vas a ser capaz de alejarte una vez que ponga mis manos sobre ti mas tarde.”

Le miré por el rabillo del ojo mientras el se acercaba a la puerta, susurrando cosas a Andrew y a los chicos antes de que el se fuera con los demás tipos, dejando detrás a Andrew.

Me mordí la lengua para no decir nada y me negué a mirarle.

No me había dado cuenta que había caminado hacia mi hasta que sentí su presencia. Luché contra el impulso de maldecir su vida al máximo, me quedé sentada allí, sin decir una palabra.

Un objeto de metal brillante relucía en el cuarto oscuro, debido a la luz que venía de fuera de la ventana pequeña, por lo que mi garganta se secó y mis ojos brillaron de miedo.

Me reprimí de jadear en voz alta al sentir la punta del cuchillo a un lado de mi cara. Mordí mi labio, me negué a mostrar signos de inquietud, Andrew me sonrió.

“Sería una pena arruinar una cara bonita. ¿verdad?” Su voz recorría hacia arriba y abajo por mi espina dorsal.

Apreté mis ojos, sin decir una palabra.

“Es una lastima que tenga que hacerlo.” Susurró antes de presionar la hoja del cuchillo contra mi piel y lo llevó por el lado de mi mejilla, cortando la carne haciéndome gritar de dolor.

“Deberías haber escuchado a tu novio, nena.” Andrew deslizó sus palabras en mi oído mientras el dolor de mi mejilla aumentaba, corría el cuchillo por el costado de mi cuello haciéndome gritar una vez mas. “No deberías de haber entrado en mi coche.” El lamió la piel detrás de mi oreja. “Supongo que es una lección aprendida, ¿no?” El se rió misteriosamente antes de alejarse de mi y salir, dejándome sola en ese cuarto.

Contuve las lágrimas que desesperadamente querían escapar de la circunferencia de mis parpados.



¿Dónde estas, Justin?

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