domingo, 7 de julio de 2013

Danger's Back - Capitulo 41

"I have it all under control." - “Tengo todo bajo control.”


Justin’s Point of View:

“No voy a volver a beber más,” _____ gimió mientras inclinaba su cabeza hacia atrás contra la pared del baño, los brazos se extendían débilmente sobre su bajo vientre mientras ella ponía mala cara con su labio inferior, mirándome hacia arriba perezosamente.

“Eso es lo que todos dicen,” Me reí entre dientes antes de ayudarla a ponerse de pie y ponerla sobre el lavabo mientras ella se inclinaba sobre él, lavando su boca por quinta vez esta mañana.

Ella se había levantado hacía una hora no solo con una resaca asesina sin no con una terrible necesidad de vomitar sin parar--lo que ella hizo. Mas de una vez. Por no mencionar el hecho de que ella estaba dolorida de la noche anterior.

“Todo mi cuerpo esta dolorido.” ______ gruñó mientras ella hacía su camino dentro de nuestra habitación, adornando un par de pantalones de chándal y una camiseta a medida por encima del ombligo suelta.

Me quede mirando, divertido mientras ella se burlaba de mi, jadeando para si misma con molestia mientras ella obligaba a sus piernas a subir en la parte superior de la cama donde ella se acurrucó en una posición fetal.

“No podrías haber sido más...” Ella agitó su mano alrededor, acentuando que ella estaba devanándose su cabeza por la palabra que ella estaba buscando antes de darse por vencida, “No lo se?”

Me encogí de hombros, “Estaba furioso, tu estabas furiosa, los dos dijimos cosas que no queríamos decir. No veo el punto en mencionar esto ahora porque seguro como el infierno tu no te estabas quejando anoche.” Sonriendo mientras sus mejillas se sonrojaban, ______ escondió su cabeza en la almohada.

“Eres molesto.” Ella murmuró cansadamente mientras ella suspiraba para sí misma, dejando su cuerpo caer a su merced de agotamiento mientras se empezaba a asentarse. “¿Porque me tuviste que dejar beber tanto?”

“No lo hice.” Pasando mis manos por mi pelo, coloqué mi gorra al revés antes de hacer mi camino hacia ella. Tomando un asiento en la esquina de la cama, froté su espalda suavemente. “Te las arreglaste sola, para tener sabe Dios el que con ese Davey.”

Mirándome hacia arriba, _____ tenía sus cejas fruncidas juntas en confusión. “¿Quien?”

“Exactamente.” Riendo, me incliné hacia abajo, besando su frente, dejando mis labios quedarse. “Deberías dormir.” Murmuré suavemente, mi mano derecha ahuecaba la parte trasera de su cabeza mientras la sostenía cerca de mi.

“Mmm pero no estoy cansada,” _____ bostezó una vez que las palabras fueron dichas, riendo suavemente para ella misma.

“Si, lo estas.” Repliqué mirando como ella frotaba sus ojos.

“No,” Ella sacudió su cabeza. “No quiero dormir, te quiero a ti. Solo... quédate conmigo,” Ella dijo mientras envolvía sus brazos alrededor de mi cintura, escondiendo su rostro debajo de mi barbilla mientras se acurrucaba cerca.

Metiéndola a salvo en mis brazos mientras me encajaba a mi mismo a su lado en la cama, enredé nuestras piernas juntas antes de poner un beso en la parte superior de su cabeza. “No me voy a ningún lado.” Dije, cepillando su cabello hacia atrás mientras frotaba su espalda calmadamente de una manera suave.

Un cómodo silencio cayó y pude escuchar la leve respiración viniendo de _____ mientras ella exhalaba, su respiración abanicaba mi piel haciendo que escalofríos corrieran a través de mi cuerpo. Solo ella tenía este efecto en mi. Ella era la única que podía hacerme sentir de esta forma. “Nada podría alguna vez, ocupar tu lugar en mi corazón. No importa lo enfadado que este contigo, tu siempre serás mi chica.”

“Lo se.” Su voz salió ahogada pero yo la entendí perfectamente.

Sacudiendo mi cabeza a pesar de que ella no podía verme, suspiré. “No, no lo sabes.” Me estiré, “Se que estabas borracha anoche pero eso no te dio derecho a ir haciendo un berrinche por alguna chica en la que claramente no tenía ningún interés. Podía haber tenido millones de chicas lanzadas a mi pero ninguna de ellas se compara a ti.”

Moviéndose, ______ maniobró su pierna sobre la mía, entrelazándolas mientras ella ponía su barbilla en la parte trasera de su mano, mirándome a través de sus pestañas que tenían alguna sobra de máscara pegada en los extremos. “No se puede negar que eres un buen partido cariño. Podrías tener cualquier chica que quisieras, así que, ¿porque estar pegado a una?”

Frunciendo mis cejas, incliné un poco mi mano cayendo en la parte baja de su espalda mientras empujaba mi mano debajo del material de mi desgastada camiseta, mis dedos bailaban a través de su piel. “Nunca podría dejarte.” Susurré, mareado. El pensamiento de no levantarme a su lado o no pasar mis noches acurrucado al lado de su pequeña figura después de regresar de una larga noche, hizo que mi cabeza girara. Mi vida simplemente no encajaría bien sin ella en ella.

“Eso es lo que todos dicen.”

Me quedé helado.

Me di cuenta por la manera en la que sus ojos se abrieron y ella presionó sus labios en un  fruncimiento apretado que no era su intención decirlo en alto.

“¿De donde viene todo esto?” Soné con pánico como si quizás yo pudiera haber hecho algo para hacerla sentir de esa forma. “¿Alguna vez te di esa impresión?” Devané mi cabeza por los últimos días pero nada destacaba del resto. Pasé cada momento despierto con ella, así que, ¿Porque ella iba a tener dudas?

“No, Yo--” Mordiendo su labio, ______ miró al otro lado de la habitación, su cuerpo estaba frío contra la calidez de mi piel mientras ella luchaba contra el impulso de mirarme a los ojos de nuevo.

Sentándome para que mi espalda estuviera contra la cabecera, la llevé conmigo para que ella no estuviera pegada detrás de mis piernas. Cepillando su pelo hacia atrás, besé la parte superior de la parte trasera de su cabeza, mis dedos tomaron agarre de su mandíbula, mi pulgar acariciaba el relleno de su labio inferior. “Te pedí que te casaras conmigo por una razón, ¿No? No quiero a nadie mas. Si lo hiciera, seguro como el inferior que no habría pasado tanto tiempo contigo a mi lado.”

“Tengo miedo, ¿vale?” Ella susurró, “Las cosas están yendo muy bien ahora mismo... y es por que las cosas no están yendo mal que tengo miedo. Estoy aterrorizada de que algo vaya a pasar... algo que este fuera de nuestro control. Tenemos todo ahora mismo y no quiero perderlo todo... tengo miedo de que cuando todo este dicho y hecho, no me quieras mas.”

“Hey,” Le hice callar, ahuecando su rostro en mis manos mientras me inclinaba hacia abajo, mirándole a sus ojos, nuestras narices estaban a un milímetro de distancia. “Mi corazón, cuerpo y alma te pertenecen. Nada podría cambiar eso. Sobrevivimos todo este tiempo, ¿no? Podemos superar cualquier cosa...” Interrumpiéndome, apreté mis labios suavemente contra los suyos, saboreando su boca con mi lengua mientras ella me concedía acceso, apretando mi camiseta en sus manos mientras ella desesperadamente se presionaba contra mi.

Apartándose sin aliento, aparté su pelo, besando la punta de su nariz. “No tienes nada de lo que preocuparte, ¿vale? Tengo todo bajo control.”





Dos horas y cuarenta y cinco minutos mas tarde estábamos completamente despiertos en la cama viendo películas. Llámame maric*on pero me mató de cansancio jugar al fútbol con los chicos en la playa.

Estaba jodidamente agotado y no tenía ni idea de como demonios ellos podían soportar el resplandor del sol a estas horas--aunque fueran las cinco de la tarde.

Mientras los créditos pasaban, estiré mis brazos, consciente de la cabeza de ______ en mi pecho mientras envolvía mi brazo hacia atrás alrededor de su cintura.

Rascando la parte trasera de mi cabeza, miré como ______ se daba la vuelta para que su cuerpo entero estuviera ahora encima del mío. Ahuecando mi cuello con sus manos, ella se inclinó hacia abajo y le dio a mi mandíbula un beso. “¿Que ves cuando piensas en el futuro?”

Sonriendo ligeramente, la sostuve por la parte baja de su espalda cerca de la curva de su cu*lo. “Hmm...” Incliné mi cabeza hacia un lado, golpeando ligeramente mis dedos contra el borde de su piel, “Te veo a ti y a mi... casados en una gran casa con niños.” Me encogí de hombros, besando la parte superior de su cabeza. “¿Que ves tú?”

Riendo, _____ acarició su cabeza en mi pecho, sus mejillas ardían. “Nos veo a nosotros casados, viviendo juntos con niños.”

Mi corazón se tensó ante el pensamiento mientras forzaba una sonrisa sobre mis labios, “¿Si? ¿Cuantos?”

“Nos veo a nosotros teniendo dos hijos... niños, y quizás incluso una niña y van a parecerse a ti.” Ella tocó con su dedo mi mejilla, riendo de todo corazón.

Arqueando una ceja, presioné mis labios juntos pensando. “Dos chicos y una chica ¿huh? Vamos a estar ocupados,” Moví mis cejas en lo que _____ se ruborizó, escondiendo su rostro detrás de sus manos, “¿Y ellos se parecerán a mi? Maldita sea, nuestros niños van a ser sexy, mejor que los vigilemos.” Me reí entre dientes mientras _____ reía, poniendo sus manos planas en mi pecho mientras jugaba con el borde de mi camiseta.

“Ellos van a ser como su padre, trabajadores, cariñosos, guapos e impresionantes...” Mirando hacia arriba a mis ojos, _____ ladeó su cabeza hacia un lado, sus dedos suavemente trazaban la línea de mi mandíbula mientras ella se inclinaba hacia delante, besando la barba en mi mentón suavemente. “Vas a ser un gran padre algún día.”

“No quiero que ellos sean nada como yo.” Sentí mi cuerpo ponerse rígido debajo del de ella, a pesar del cuidado de su piel contra la mía. “En todo caso, quiero que ellos sean como tú. Fuertes, valientes con la boca justa para no meterse en demasiados problemas.” Forcé una sonrisa, rozando mis dedos a través de su cabello. “Quiero que ellos tengan tu corazón.”

“Justin...” _____ puso sus cejas en un ceño fruncido mientras su labio inferior hacía un puchero ligeramente, “No hables así... no eres nada menos que increíble, ¿me entiendes?”

“Estoy jodido.” Murmuré, “He fastidiado un montón de cosas en mi vida, cosas que no puedo cambiar o recuperar. La única cosa buena que tengo en mi vida eres tú y aún así no estoy seguro de si estoy haciendo un trabajo lo suficientemente bueno.”

“¿Es esto sobre lo que dije antes? Porque simplemente estaba hablando sin pensar primero. Se que te quiero y no harías nada para hacerme daño. Eres la mejor cosa que tengo y no voy a quedarme aquí y dejar que te menosprecies a ti mismo por cosas sobre las que no tienes control.” Agarrando mi rostro en sus manos, _____ me obligó a que la mirara a los ojos. “Eres un hombre increíble, alguien que tiene el corazón mas grande que nadie que he tenido alguna vez la oportunidad de conocer, tiene. Buscas a las personas que quieres y recibirías una íntegra bala por ellos en cuestión de segundos. Harías cualquier cosa para hacerme sonreir y se que peleamos mucho pero aún así me quieres. Pusiste un anillo en mi dedo y yo lo acepté porque se quien eres en el interior. Si hay alguien en este mundo además de tu madre, que te quiere mucho, que te conoce mejor que tu te conoces a ti mismo, soy yo.”

Deslizando mis manos encima de las de ella, envolví mis dedos alrededor, manteniéndolos en su lugar. “Gracias cariño,” Dije, besándola suavemente en la palma de sus manos antes de entrelazar nuestros dedos juntos.

“No hagas esto...” Ella susurró, sacudiendo su cabeza, sus ojos estaban tristes. “Por favor, no pienses sobre ti tan bajo. Eres mucho mas de lo que tu ves... si simplemente te dejarás a ti mismo ver la clase de hombre que eres hoy... creo que te gustaría en quien te has convertido.”

“¿Eso quiere decir que era muy idio*ta antes?” Sonreí, queriendo aliviar la tensión que de repente creció en la habitación.

“Bueno, no eras exactamente muy agradable, pero me las arreglé, ¿no? Así que no podrías haber sido tan malo.” Sonriendo suavemente, _____ apretó mis manos, “Pero no trates de cambiar de tema. Quiero decir lo que dije, ¿vale? Me enamoré de ti por una razón.”

“Mmm,” Besando su clavícula, suspiré. “Lo se.”

Dejando mis manos ir, _____ acunó su cuerpo contra el mío, sus brazos metidos dentro mientras sus piernas se escondían entre las mías, su cabeza en mi hombro mientras yo envolvía mis brazos protectivamente alrededor de ella. Presionando mis labios en su hombro, tomé una bocanada de su perfume natural de vainilla. “Conquistaría el mundo por ti... te daría cualquier cosa que quisieras. Solo dime lo que es y es tuyo.”

Apartándose después de unos segundos, _____ suavemente tocó mi rostro, “¿Quieres saber que quiero?” Ella susurró.

“Mhm,” Tragué saliva mirando como ella se movía, sus piernas estaban a cada lado de mi mientras ella se ponía a horcajadas sobre mi cintura.

“Te quiero a ti,” Ella dijo una vez estaba lo suficientemente cerca para rozar sus labios contra los míos.

“Tu puedes tenerme,” Murmuré suavemente, “Todo de mi. Soy tuyo cariño.”

“Mío,” Ella gimió de satisfacción haciendo que el bello de mis brazos se erizaran. “Todo mío.”

Agarrando su cu*lo en mis manos, la atraje aún mas cerca como si eso fuera posible, antes de subir mi cabeza por el borde de su hombro, cubriendo su piel de besos, mi lengua chasqueaba de vez en cuando antes de viajar hacia arriba por la longitud de su cuello.

Envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello, _____ jugó con los cabellos en la parte trasera mientras yo la acostaba sobre la cama, mi cuerpo cubría el suyo mientras prestaba mucha atención a cada onza de ella, que podía tomar entre cada bocanada de aire que inhalaba.

No perdí tiempo hasta que nuestra ropa estuvo tirada a un lado, nada mas que el olor a sexo en al aire mientras hacía el amor a mi prometida como nadie, asegurándome de cumplir cada deseo que ella había estado anhelando.

Palabras silenciosas de cariño fueron intercambiabas haciendo este momento entre nosotros aún mas potente y no importa como me sentía conmigo mismo, ella encontró una manera de hacerme dudar la razón por la que me sentía de esa forma en primer lugar.

“Justin,” _____ susurró sin respiración, sus piernas se apretaban alrededor de mi torso mientras ella se aferraba a mi espalda con una mano, sus uñas se clavaban en mi, mientras la otra sostenía mi cabeza hacia la nuca de su cuello mientras yo salvaguardaba la piel, mordiéndola y marcándola.

Le di lo que ella quería, como siempre hacía. Le dejé disfrutar el punto máximo de nuestras acciones, el sentimiento de pura felicidad que ella nunca sentiría con nadie a parte de mi. Me entregué a ella en cada forma que pude como ella hizo a cambio, y en solo unos pocos segundos, habíamos llegado juntos, enredados en el lío de sábanas y mantas sin ni una sola preocupación en el mundo.





Poniendo su cuerpo abajo en frente del fuego que había puesto en la parte exterior de la casa de primavera, miré como ______ desplegaba las diferentes cantidades de nubes, asegurándose de atravesarlas con un extremo de un palo limpio cortado. Ella estaba decidida a hacer s’mores, queriendo mostrarme lo que exactamente me estaba perdiendo--sus palabras, no las mías.

Adornando nada mas que mi camiseta y su ropa interior, ______ puso su cabello en una cola de caballo suelta mientras yo hacía mi camino hacia ella, sentándome detrás de su pequeño cuerpo que encajaba perfectamente entre mis piernas mientras colgaban a cada lado de ella, mirando como ella quitaba los extremos quemados de la sustancia blanca pegajosa, siseando entre dientes mientras ella quemaba un poco la piel de sus dedos.

Cogiendo su mano, metí su dedo en mi boca, succionando suavemente mientras yo le guiñaba un dedo juguetonamente ganándome una risita.

Apartando su mano después de unos segundos, ______ rió antes de besar mi mejilla. “Muchas gracias amable señor. Mi dedo ahora se siente mejor al final, esa lengua suya debe de ser muy mágica.”

Sonriendo, besé su lóbulo de la oreja, mordiéndola suavemente, “Tu lo sabrías...” Bromeé viendo como _____ echaba su cabeza hacia atrás riendo, nada mas que alegría había en sus ojos.

“Eres un idio*ta.”

Guiñando un ojo, me incliné hacia atrás sobre mis manos mientras _____ terminaba de asar las nubes antes de revolverse con su pies y caminar hacia la mesa establecida con chocolate y galletas graham. Preparando cuatro s’mores en total, _____ hizo su camino hacia mi, asentando el plato en su regazo mientras ella inclinaba su cabeza en mi hombro.

Cogiendo una, ella me dio otra antes de morder lo suyo y gemir, sus ojos se pusieron en blanco de alegría ante el sabor del tan delicioso snack que ella había hecho.

“No esta mal cariño, estoy impresionado por ser capaz de decir que al menos hay algo en el mundo que no puedes quemar completamente.” Esquivando su mano que apuntaba a mi brazo, reí entre dientes besando la parte trasera de su cabeza. “La verdad duele,” Señalé, riendo mientras _____ se las arreglaba para golpear mi rodilla antes de poner mala cara.

“No hay mas s’mores para ti,” Ella dijo, sacando su lengua hacia mi mientras ella las mantenía fuera de alcance.

“Hey!” Grité, reprimiendo otra carcajada sabiendo que solo la enfadaría mas. “Dámelos!”

“No hasta que te disculpes.”

“¿Quieres que me disculpe por decir la verdad? Sabes, algunas personas piden que su pareja no mienta.” Rodé mis labios dentro de mi boca inocentemente mirando hacia abajo a _____ que se volvió lanzándome una mirada asesina.

“No es gracioso.” Ella se burló antes de encorvar sus hombros, agarrando el plato y levantándose. Caminando hacia el otro lado del área de estar, _____ se sentó en una silla de jardín, haciendo un show de comerse el resto de los snacks.

“Oh, vamos, no puedes estar en serio enfadada conmigo!” Grité desde mi lugar en el suelo. Cuando ella no respondió, suspiré, me sacudí el polvo mientras hacía mi camino hacia ella. Envolviendo mis brazos alrededor de su cuello desde atrás, me incliné hacia ella. “Lo siento, ¿vale?”

“Vale, estas perdonado.” _____ rió mientras ella me daba otro s’mores, ignorando el hecho de que me quedé allí con la boca abierta.

“Cierra tu boca, no quieres que ninguna mosca entre, ¿verdad?” Sonriendo para sí misma, ______ se puso de pie para coger mas galletas cuando la agarré de su muñeca, deteniéndola.

“Tu sabías que me iba a disculpar, ¿verdad?” La miré hacia abajo.

“Bueno... si. Mas o menos. Quiero decir, se que no puedes soportar que este enfadada contigo por mas de unos pocos segundos. Pero, para ser sincera, esperaba que duraras un poco mas, pero bueno,” Besándome en la mejilla, ella saltó lejos de mi, desapareciendo dentro de la casa antes de salir con un vaso de leche.

“¿Estas todavía ahí parado?” _____ rió mientras ella tomaba un sorbo, limpiándose sus labios con la parte trasera de su mano.

Sacudí mi cabeza, volviendo a la realidad mientras arqueaba mis cejas, haciendo un gesto hacia ella. “¿En serio estas bebiendo leche?”

“¿Que?” Ella preguntó inocentemente, “Sabe bien con chocolate.” Sentándose en frente del fuego una vez mas, _____ dio unas palmaditas al lugar junto a ella.

“A veces me pregunto si estoy comprometido con una persona de veintiún años o de cinco,” Riendo mientras _____ me fruncía el ceño, ella sostuvo su barbilla hacia arriba en desafío, sus cejas hicieron un ceño fruncido.

“Si tengo cinco años, entonces tu eres un pedófilo.” _____ canturreó deliberadamente mientras ella cruzaba sus tobillos, mirándome hacia arriba a través de sus pestañas espesas, sus ojos desafiaban los míos.

Rodé mis ojos, sentándome a su lado mientras enganchaba mi brazo alrededor de sus hombros, poniendo su cabeza en una cuna.

“Deja de hacer eso,” Ella golpeó mi pecho, riendo mientras ponía su cabeza en mi pecho, “Me asfixiarás.”

“Bien.” Reí, esquivando de nuevo sus manos mientras me aferraba a ellas, las sostuve a su lado. “Sigue golpeándome y mira lo que pasa.” Gruñí en voz baja, mis ojos brillaban alegremente contra los suyos, haciéndole saber que estaba bromeando.

Jadeando, _____ se alejó de mi, deslizando sus manos de mi agarre mientras ella dejaba su espalda contra el suelo blando de madera, sus ojos miraban las nubes.

Siguiendo su ejemplo, me acosté a su lado.

“¿Crees que podemos ser felices?” _____ preguntó calmadamente después de unos momentos de silencio mientras ella miraba hacia arriba a las estrellas. Volviéndose para que sus ojos se encontraran con los míos, suspiré, envolviéndola en mi agarre.

“Creo que simplemente tenemos que tomar todo un paso cada vez...” Besando su cabeza, metí mi brazo libre debajo de mi cabeza, mirando mientras la atmósfera oscurecía con cada minuto que pasaba, la luna lentamente se desenmarañaba.

“Quiero que seamos felices.” Ella admitió en voz baja, besando mi pecho vestido.

“Y lo seremos cariño. Ahora cierra tus ojos y pide un deseo,” Susurré en su oído justo cuando una estrella fugaz pasaba en la noche.

Jadeando a mi lado, _____ rápidamente cerró sus ojos sellándolos, murmurando algo en voz baja, tomando un momento para sí misma antes de mirar hacia arriba lentamente. Parpadeando dos veces, ella me miró. “¿Sabías que iba a pasar?”

“Nah, simplemente buena suerte supongo, lo que resulta que me falta, así que mejor que hayas aprovechado esta oportunidad para pedir un buen deseo.”

Mordiendo su labio, _____ sonrió tímidamente. “Creo que si... quiero decir, espero que se haga realidad.”

Mirar la felicidad en sus ojos es lo que anhelaba ver cada día que pasábamos tiempo juntos. Sabía en mi corazón que si yo no podía vivir una buena vida, quería que ella fuera capaz de hacerlo. Ella merece más de lo que le han dado. Ella merece mas que yo.

Ella no quiere admitirlo pero se que desea que las cosas fueran diferentes.

Arruiné la forma en la que su vida debería de haber terminado si ella no me hubiera conocido.

Podría ver las diferentes rutas en las que nuestras vidas hubieran acabado--yo hubiera estado solo, el trabajo sería la única cosa en mi mente. Habría acabado haciendo algo totalmente temerario que habría acabado con mi vida mas o menos, mientras ella terminaría teniendo todo lo que siempre quiso.

Que es la forma en la que debería de haber sido.

Cada vez que cierro mis ojos veo su sonrisa, sus ojos puestos en el verdadero amor de su vida que ella debería de haber conocido. El tipo que la hubiera enamorado, capturado su corazón y lo hubiera sostenido con seguridad en sus manos.

El tipo que la colmaría con amor y besos cada mañana y noche, el hombre que le mostraría como es vivir una vida normal y saludable.

Ella habría crecido hasta convertirse en algo en la línea de abogado o doctor, se casaría y tendría los dos hijos que ella vio cuando imaginó nuestro futuro juntos pero, en esta vida, ella tendría el marido que sería capaz de mantener a una familia con ella. Un hombre noble que no tendría que vigilar que la siguiente persona que caminara, acabaría disparándole en el pecho. El sería capaz de dejar a sus hijos jugar afuera sin el miedo de que un tiroteo que estaba destinado para él, se interpusiera en el camino.

El no tenía que vivir su vida con el temor de que alguien por el que se preocupara saliera dañado por su culpa.

Si ella nunca me hubiera conocido, ella habría tenido el final feliz que se merece.

“¿En que estas pensando?” _____ susurró en voz baja como si, si ella hubiera hablado mas alto, ella habría interrumpido mi hilo de pensamientos.

“Nada,” Dije, mi mente estaba en una nube mientras una imagen mental de ella sonriendo pasaba por mi cabeza. “No es nada en absoluto.”





“Ya era hora de que vosotros dos aparecierais!” Kadra gritó desde el sofá principal en el living. “Estábamos a punto de empezar la película sin vosotros.”

“Deberíais de haberlo hecho si era un gran problema.” Espeté juguetonamente, guiñándole en su dirección mientras envolvía mis brazos alrededor de la cintura de _____, dejándola caer en mi regazo mientras me sentaba en el sillón al lado de John y Carly, que se quedaron mirándonos divertidos a los dos.

“¿Que?”

“Oh, nada,” Carly agitó su mano mientras ella tiraba unas pocas palomitas dentro de su boca, una sonrisa jugaba en sus labios.

“Sabes que odio cuando haces eso.” Advertí, mis ojos se convirtieron en rendijas. “Joder, di lo que esta pasando por tu mente ya.”

“Jesús, ¿Que te esta apretando los bóxers?” Ella rió, “Eso es, por supuesto, si estas usando algunos.”

Ahogándose en su saliva, _____ volvió para mirar a su supuesta mejor amiga con los ojos muy abiertos. “Carly!”

“¿Que?” Ella levantó sus manos inocentemente, “Solo estoy diciendo!”

“John, controla a tu chica antes de que yo lo haga.” Advertí mientras John dejaba escapar una risa, sus manos agarraban sus tobillos mientras ellos colgaban de sus rodillas.

“Nena, se buena.” El tocó su rodilla, sus ojos estaban fijos en la televisión en frente de él.

Me burlé, “Eres inútil, te lo juro. Jodido mari*cón.”

“Lo dice el que no ha dejado el lado de su chica en todo el pu*to día,” John espetó. “¿Porque no te callas y ves la película?”

“Ay, señoras, señoras!” Kadra tiró palomitas de maíz a los dos, “Dejad de disputar como un grupo de chicas de colegio y que tal si los dos veis las jodidas películas porque en lo que a mi respecta, los dos sois cachorros perdidamente enamorados.”

“Sabes, me gustabas mas cuando no hablabas tanto. Te estas acomodando demasiado con esa boca tuya.” Escupí entre dientes apretados.

Marcus levantó sus cejas hacia mi, “Ay man, relax. Ella solo estaba bromeando.”

“En realidad amor, lo estoy diciendo muy en serio pero parece que tu amigo aquí no puede soportar la verdad tanto como a el le gustaría pensar que si.”

“¿Que tal si todos os calláis la pu*ta boca antes de que os arroje a un tanque lleno de tiburones?” Marco gruñó desde el sofá de dos plazas en el que estaba sentado con Alec tirada encima de él, su mano estaba descansando en el estómago de ella.

La habitación se quedó en silencio después.

“Bueno, eso no es muy agradable.” Kadra puso mala cara, cruzando sus brazos contra su pecho.

“Si, bueno, nunca dije que yo sumamente lo fuera, así que callaos por aquí para que podamos ver todos la película en paz y luego, después, si queréis daos una paliza cada uno por supuesto, podéis. Hasta entonces, cerrar la boca.”

Lanzándole una mirada asesina, Kadra resopló, murmurando algo en el oído de Marcus que simplemente se rió, besando su cabeza.





“¿Preparaste todo?” Bruce preguntó desde el centro de la habitación mientras el traía las últimas maletas de él y Stephanie detrás. Ibamos a volver a casa al final, y todo el mundo estaba moviéndose por toda la casa, tratando de asegurarse de que tenían todo lo que ellos necesitaban y se lo habían llevado con ellos.

“Si,” Rascando la parte trasera de mi cabeza, di un paso hacia atrás, mirando hacia la puerta abierta de la habitación mía y de _____. “Nena, ¿estas ya lista?”

“Casi!” Ella gritó y vi su pequeño cuerpo saltando por la habitación tratando de ponerse un par de sandalias.

Suspiré, “Date prisa, el jet sale en media hora!”

“Solo cinco minutos ma--mier*da!” Ella escupió en voz alta, maldiciendo entre dientes.

“¿Estas bien?” Di un paso mas cerca para inspeccionar que estaba pasando pero me detuve cuando ella me agitó la mano.

“Si, estoy bien, solo me golpeé el dedo del pie en el armario.” Jadeando, _____ se puso de pie erguida, apartándose su cabello de su rostro.

Sacudí mi cabeza antes de volverme hacia él. “Solo cinco minutos más,” Informé a Bruce que simplemente se me quedó mirando con incredulidad.

“Lo que es una hora en el tiempo de _____.” Bruce me dio su tan infame mirada molesta, una que veía casi cada vez que el esta estresado cuando se trataba de una de las chicas.

“¿Quieres entrar allí y sacarla entonces?” Señalé con mi dedo a mis espaldas, “Porque no creo que quieras.”

Bruce entrecerró sus ojos. “Que te jodan,”

“No, gracias.” Sonreí, dejándome caer a mi mismo en el sofá a la derecha de él mientras sacaba mi teléfono, hojeando mis aplicaciones.

“Joder, te podría matar si--”

“¿Si que?” Le desafié, interrumpiéndole a media frase. “Si que, Bruce, porque no hice una mier*da. ¿Quieres que _____ se vaya? Te dije que vayas a por ella, joder, Si no, cállate la pu*ta boca y ve a preocuparte por tu novia que todavía no ha aparecido tampoco.”

“¿Cual es tu pu*to problema?” El gruñó, empujando mis pies fuera de la mesa mientras el empujaba sus maletas a un lado. “Has estado comportándote como un cabr*on toda la mañana y estoy harto.”

Poniéndome de pie, empujé mi teléfono dentro de mi bolsillo, llegando al rostro de Bruce mientras hacía pu*ños mis manos a mi costado. “Estas poniendo a prueba mi jodida paciencia, así que te sugiero que te vayas antes de que haga algo de lo que me arrepentiré.”

“¿No puedes soportar la verdad?” Bruce presionó su pecho contra el mío, sus ojos se oscurecieron tan rápido como los míos, “He sacado la cara por ti, todo este viaje aquí. Contra mi tío por ese asunto y ¿vas a quedarte ahí y faltarme el respeto?”

“Tu eres el único que se esta quejando!” Le empujé hacia atrás, “Así que apártate de mi jodida vista. Nunca te dije que sacaras la cara por mi. Soy un chico grande, creo que puedo manejarme a mi mismo, así que deja de actuar como si fueras mi jodido padre.” Me empujé contra él al pasar.

“Ya estas otra vez, alejándose de tus problemas como siempre! ¿Porque no te enfrentas a ellos y admites que estas equivocado?” Bruce gritó detrás de mi pero no estaba escuchando ya a este punto.

Cerrando la puerta de mi habitación detrás de mi, agarré la cosa mas cercana que pude encontrar, lo que resultó ser un florero y lo tiré por la habitación mirando como se rompía en millones de pedazos.

“¿Que demon--Justin?” _____ se puso de pie ante la entrada del baño, mirandome hacia mi con ojos abiertos. “¿Que paso? ¿Que esta mal?”

“Tu, tu eres mi problema!” Escupí, “Estas tardando una jodida eternidad y no tengo idea de por que. Solo empaca tu mier*da y vamonos! Vamos a volver a casa no a un jodido desfile de moda.” Mi pecho estaba subiendo y bajando con rabia a este punto, y era como si toda mi mente se pusiera en blanco.

Pero _____ no se inmutó en absoluto. En cambio, ella dejo caer el secador de mano que ella tenía en sus manos que ni siquiera me había dado cuenta y camino hacia mi. Ahuecando mi rostro en sus manos, ella me obligó a mirarle hacia abajo. “Relájate y toma una profunda respiración.”

Frunciendo mis cejas, la miré con nada mas que confusión. “¿Que?”

“Cierra tus ojos,” Ella me dirigió calmadamente, sus pulgares frotaban círculos sobre la piel de mis mejillas, “Y toma una profunda respiración. Vamos,” Ella mimó, “continúa. Hazlo.”

“_____, no tengo el jodido tiempo para esto,” Agarré sus manos, lista para apartarlas de mi rostro cuando su agarre solo se hizo mas fuerte.

“Tienes mucho tiempo.” Ella frunció su ceño, “Ahora, cierra tus ojos y escúchame.”

Rodando mis ojos, hice lo que ella me pedía, no estando de humor para meterme en otra discusión. “Vale, ¿ahora que?”

“Relaja tus hombros,” Sus manos pasaron por la longitud de ellos antes de agarrar mis bíceps, “Y toma una profunda respiración, luego déjala salir.”

Exhalando, dejé caer mis hombros un poco, casi abriendo mis ojos cuando los dedos de _____ rozaron mis párpados cerrándolos.

“No, todavía no,” Ella susurró, “Ahora, quiero que poco a poco cuentes hasta diez.”

A pesar de lo ridículo que pensaba que era esto, conté en mi cabeza y lentamente me encontré relajándome debajo de sus dedos.

“Ahora, puedes abrir tus ojos,” Ella susurró justo cuando yo llegué al numero diez en mi cabeza.

Abriendo mis ojos, miré abajo hacia ella. “¿Como haces eso?”

“Magia,” Riendo, ella besó mi mejilla antes de dar un paso hacia atrás. “Ahora, tu dijiste algo sobre estar lista y por suerte para ti, acabo de terminar con mi cabello antes de que entraras aquí cargando como un loco.”

“Lo siento por eso,” Suspiré, frotando la parte trasera de mi cuello, mientras raspaba la punta de mi bota contra el suelo, mis manos ahora estaban metidas en mis bolsillos. “Hay mucho en mi cabeza, eso es todo.”

Colocando mis manos cómodamente en sus caderas, la traje mas cerca, acariciando mi nariz en su cabello. “No quiero volver.” Murmuré, sabiendo que me arrepentiría de abrirme  con este tema, mas tarde.

Tenía un mal presentimiento, algo de lo que no me podía deshacer desde la anterior noche. Empezó una vez que estábamos listos para la cama y no había pasado desde entonces. A pesar del calor del cuerpo de _____ a mi lado, no podía dejar de pensar en como podría ser la última vez que la abrazara tan cerca.

Pasando sus manos por mi espalda, _____ suspiró, apoyando su mejilla contra mi pecho. “Se exactamente como te sientes, yo no quiero irme tampoco.”

“Entonces, ¿Porque no nos quedamos?” Mis ojos se iluminaron mientras mi ritmo cardiaco se aceleraba, “Podemos quedarnos aquí y dejarles irse sin nosotros.” Precipité las palabras sin ni siquiera pensar en ello.

“¿Que? ¿Y simplemente dejar todo en casa?” ______ rió nerviosamente, “Sabes que no podemos hacer eso...”

“¿Porque demonios no?” Me aparté de ella, agarrándola por los codos, “Podemos hacer lo que sea que queramos.”

“Justin,” _____ destacó algo triste, sus ojos me miraban sin poder hacer nada, “Tengo clase y tu tienes el negocio, no puedes simplemente alejarte por más tiempo del que ya te has alejado... nos hemos perdido una semana. Mis clases empiezan de nuevo mañana, no podemos...” Sacudiendo su cabeza, sus hombros cayeron. “Simplemente no podemos... quedarnos.”

Dando una paso hacia atrás, tiré mis manos detrás de mi cabeza mientras miraba al techo, furiosamente rascándome los extremos de mi cabello antes de dejar a mis manos caer chocándose a mi costado. Mi mente estaba corriendo con nuevos profundos pensamientos de duda. “¿Dijiste que estábamos preparados?” La miré hacia abajo, ignorando la preocupación en sus ojos.

“Hey...” Deslizando suavemente sus dedos a través de los míos, _____ besó mis nudillos haciéndome tragar con dificultad,” Habla conmigo...”

“No hay nada de lo que hablar,” Espeté, alejándome de ella mientras hacía una línea recta hacia la puerta exterior, necesitando un soplo de aire fresco. Deslizándome hacia el balcón, me agarré a la barandilla, inclinando mi cabeza hacia atrás mientras dejaba el aire del mar fluir a través de mi, recordándome los últimos días que habíamos pasado aquí, riendo y divirtiéndonos.

Un par de brazos se apretaron a mi alrededor haciendo que me tensara mientras me negaba a mirar por encima de mi hombros, sabiendo exactamente quien era, mientras _____ descansaba su frente en el medio de mi espalda.

“Lo siento, se que no debería de entrometerme mucho...” Ella murmuró disculpándose, “Y probablemente necesitas tiempo para ti... solo quiero que sepas que esta... felicidad... no tiene que acabar aquí. Recuerda eso, ¿vale?” Escabulléndome, agarré su mano antes de que ella tuviera la oportunidad de desaparecer de mi vista.

“Mi felicidad esta donde quiera que tu estés,” Susurré en voz baja, encontrándome con su ojos por primera vez con nada mas que sinceridad detrás de ellos. “Simplemente no quiero que acabe aquí.”

Abriendo su boca para decir algo, fuimos interrumpidos cuando las puertas se abrieron, John torpemente salió para dirigirse hacia nosotros.

“Lo siento man pero, ugh, tenemos que irnos. Leo acaba de llamar para decirnos que el jet ha llegado.” Ante la mención del nombre de ese hijo de pu*ta, fruncí mi ceño pero inmediatamente asentí con mi cabeza, mostrándole a John que había escuchado lo que el dijo.

“Esta bien, ¿esta la mercancía lista para irse también?” Me referí a los hombres de Leo.

“Si, ellos se marcharon hace unos diez minutos, dijeron que nos encontraríamos con ellos allí.”

“Dile a Bruce que estaremos allí, solo danos unos segundos más, ¿vale?” John me dio una mirada dudosa, sin embargo, suspirando mientras el salía hacia el interior.

Mirando hacia el horizonte, lamí mis labios sabiendo bien que esta era probablemente la última vez que estaría en paz. En cuanto a _____, agarré su rostro antes de que ella tuviera la oportunidad de reaccionar, dándole un último largo beso, uno que sabía que hacía que sus dedos de los pies se doblaran y el bello en sus brazos se erizara. “Te quiero,” Dije una vez que me alejé sin aliento.

Aferrándose a mis muñecas, un susurro de una sonrisa apareció a través de sus labios, “Yo también te quiero.”

Haciendo un gesto con mi cabeza detrás de nosotros, agarré su mano, “Venga, vamos a salir de aquí antes de que cambie de opinión.”






El vuelo fue terriblemente largo y aburrido mientras el tiempo hacía tic tac mas lento que nunca, mi impaciencia se estaba apoderando de mi mientras yo me movía y me levantaba, moviéndome y asistiendo al baño de vez en cuando, incluso cuando no tenía que hacerlo.

Estaba ansioso, como si hormigas se estuvieran arrastrando en mis jodidos pantalones y me estuviera volviendo loco. Para cuando _____ se durmió con su cabeza en mi regazo, supe que tenía que parar y lo hice... a pesar de que la necesidad de moverme se apoderó de mi de nuevo.

Todo se estaba prolongando y cada vez que estábamos mas próximos a llegar a Stratford, mas sentía que mi respiración se enganchaba y mis palmas sudaban. Estaba perdiendo mi jodida cabeza, estaba seguro de ello.

“Estamos aquí,” Bruce exclamó después de hablar con el piloto.

Sacudiendo a _____ para que se despertara, le dije lo que Bruce dijo, mientras todos nos abrochábamos nuestros cinturones, esperando para aterrizar.

Distraídamente meneando mi pie, miré por las pequeñas ventanas, mirando como poco a poco bajábamos al suelo.

“¿Estas bien?”

Volviendo rápidamente mi cabeza hacia _____ cuando sentí su agarre en mi rodilla, fruncí mis cejas hacia ella, “¿Eh?”

“Estas haciendo temblar todo el asiento,” Ella rió, “¿Que esta mal contigo? ¿Odias los aviones o algo?”

“No, solo quiero largarme de aquí.” Or ir derecho al infierno la voz detrás de mi cabeza me espetó pero la ignoré.

Poco a poco pero seguramente asintiendo con mi cabeza, ella no me insistió a pesar de la duda en sus ojos no desfallecía. A cambio, ella mantuvo una estrecha vigilancia en mi mientras tenía una conversación con las chicas.

“¿Estas seguro de que estas bien?” John me preguntó en voz baja, su cabeza se volvió hacia mi oído, tratando de no hacer demasiado obvio que nosotros estábamos hablando.

Abriendo mi boca para balbucear una mentira, pensé en contra de ello, sabiendo que John averiguaría la verdad finalmente. El siempre lo hacía. “No tengo un buen presentimiento sobre esto...” Susurré, encogiéndome de hombros. “Simplemente hay algo sobre el hecho de regresar que no esta bien conmigo.”

“Probablemente estas pensándolo demasiado,” John palmeó suavemente mi espalda, dándole a mi hombro un tranquilizador apretón. “Con todo lo que hemos dejado atrás es normal estar nervioso al volver a ello. Una vez que estemos en casa, volvemos justo a los negocios como siempre.”

“Esa es la cosa,” Siseé, “Algo esta mal. Puedo sentirlo.”

Frunciendo el ceño, Justin estaba a punto de preguntar a que me refería cuando la voz del piloto nos sacó de la conversación. “Esta bien chicos y señoras,” El guiñó un ojo ganándose unas cuantas risitas. Jimmy siempre era un tipo amigable, así que no había necesidad de sentirse amenazado--el tenía cuarenta años, después de todo, con una mujer y dos hijos, “Hemos llegado, coged vuestras cosas y largaos de aquí. Tengo un pastel de nuez esperándome en casa.” El frotó su redondeado estómago.

“Nos extrañarás Jim, siempre lo haces!” Marco rió entre dientes mientras el abrazaba al viejo amigo, dándole palmadas en la espalda antes de bajar por las escaleras y salir a la plataforma exterior.

Siguiendo a todo el mundo afuera, asentí hacia Jimmy en reconocimiento, chocando manos con él mientras conducía a _____ con cuidado hacia abajo, encontrándonos con los otros en un grupo solo a unos metros de distancia. Agarrando nuestras maletas del compartimento oculto, las tiré a la parte trasera de nuestro coche justo cuando Bruce lo encendió.

Después de quince minutos de conducción, Bruce se volvió hacia nuestra calle justo cuando mi teléfono empezó a sonar. Confundido en cuanto a quien podía ser, lo saqué de mi bolsillo, sorprendido de ver a Prince llamándome. “¿Hola?”

“¿Justin?”

“No, jodida Oprah,” Escupí, “Si, es Justin, ¿Que demonios quieres? Acabamos de regresar, por el amor de Dios.”

“Necesito que me escuches con atención,” El precipitó sus palabras como si el estuviera en la fecha límite para sacar todo esto fuera a tiempo, “Antes de que vayas a casa, deberías de saber que tenéis un par de inesperados invitados esperando--”

“¿Que co*ño es esta mierda?” Bruce gruñó desde el asiento delantero, dando una sacudida a todo el coche por detenerse bruscamente, interrumpiendo a Prince, mi atención ahora estaba en él, en lugar de en la llamada, mientras levantaba mi mirada para ver de lo que Bruce estaba hablando, cuando mis ojos aterrizaron en un coche de policía aparcado en el exterior de nuestra casa.

“Escúchame--” Prince se esforzó en la otra línea pero yo ya había terminado la llamada antes de que el tuviera la oportunidad de siquiera terminar.

“Calmaos y seguid mi ejemplo,” Bruce habló con severidad, aunque pude ver la incertidumbre oculta detrás de su aspecto rudo. Abriendo la puerta del coche, ordené a las chicas que se quedaran atrás mientras yo seguía a Bruce y a los demás hacia los detectives.

“Bueno, bueno, bueno, mira quien finalmente se ha decidido aparecer,” Sentí mi sangre helarse al ver al Detective Asher, el hombre al que había acompañado en mi tiempo en la cárcel. El hombre que hizo de mi vida un infierno viviente con cualquier oportunidad que el tenía. “Estuvimos cerca de poner una orden de búsqueda por vosotros, chicos.”

“¿Y eso por que?” Bruce preguntó.

“Como dos de los almacenes locales fueron quemados hasta cenizas y vosotros, chicos, no estabais por ningún lado para encontraos, supuse que tu grupo corrompido tenía mucho que ver con ello.”

“Sabes, me estoy cansando mucho de que tu y todo tu departamento nos señale con el dedo por cada cosa que sale mal por aquí.” Bruce gruñó furioso, “¿Que te hace pensar que no fue un grupo de chicos que estaban jodiendo o algo?”

“Porque esto no es una obra de algún aficionado, esto tiene venganza de banda escrito por todas partes y mis apuestas son que tiene que ver algo con las nuevas caras que aparecieron en la ciudad.” El inclinó su cabeza hacia un lado, las manos estaban posadas en sus caderas, “Además, ¿Como se refieren a ellos mismos?” El sonrió siniestramente haciendo que mis brazos picaran ante la vista de su repugnante cara. El sabía algo, todos nosotros no y ello solo empeoró aún mas la situación. “Oh, si,” El chasqueó sus dedos, “¿Los Snipers?”

“No se de que estas hablando,” Bruce se encogió de hombros, “Pero, de nuevo, ¿Cuando no vienes alguna vez aquí escupiendo mier*da cada oportunidad que tienes?”

“A menos que quieras hacer una visita al centro, te sugiero que guardes esa actitud tuya. Además, no estamos aquí por ti...” Asher se interrumpió, sus ojos pronto encontraron los míos. “Estamos aquí para hablar con el Sr. Bieber sobre lo que ha estado haciendo estos últimos meses.”

“¿Para que co*ño quieres hablar conmigo?”

“No pensaste que solo por que te liberaron estabas fuera del anzuelo, ¿verdad?” Su sonrisa aumentó con cada segundo que pasaba, sus ojos se abrieron con alegría de que él me tenía sin palabras. “Finalmente te tenemos justo donde te queremos Bieber, y ya es hora de que todos te viéramos estrellarte y quemarte.”